Mamá, soy una mierda.

Me da soberanamente por las pelotas que siempre me resalten las cosas malas y nunca tengan en cuenta las buenas. Es decir, estudio, tengo excelentes notas, un buen grupo de amigos, siempre les di lo que me pidieron... y ellos no, siempre exponiendome, dejandome al descubierto al punto de ser explotada por ojos que me asaltan con miradas destellantes, aniquilando cada gota de mi ser, recordandome que no soy perfecta. Y creo que me creí tanto ese papel, que cuando me miro al espejo pienso ''que mierda que sos giuliana, defraudas a todos siempre, no se puede esperar nada de vos''. Es que esa mierda que me metieron en la boca, esa imagen mia de la mina que hace todo mal... me terminé creyendo la actuación.
Y aca estoy yo, un sabado a la noche, deprimida, escribiendo boludeces en un blog leido por cuatro personitas porque en el otro no puedo exponerme más, aca como que me sale mi yo violento, el otro es más para mi parte pacífica.
Y ahora, ¿donde está mi lado bueno? si es que tengo, si es que existe. Porque tal vez, me terminé creyendo del todo el papel, omitiendo mi lado bueno.
 Repito, si es que existe (lo dudo).

Y nada, esta mierda se va despidiendo. Si señores padres, gracias por este papel que ustedes mismos se tomaron el trabajo de crear,
(a ver si les gusta más la mierda que derramo cuando baje todas mis notas).

GRACIAS, ENSERIO.

ATTE: LA MIERDA MÁS GRANDE DEL MUNDO.

En unos segundos se puede caer el mundo abajo: no, no es una metáfora... se puede caer el mundo, el techo de tu casa en tu cabeza.

Tengo el techo de una inglesia en mi cabeza.

No hay comentarios: